jueves, 15 de agosto de 2013

Día 1


Te dije "Cuídate mucho" y luego se oyó el bip-bip del teléfono que indicaba que la llamada se había cortado. Estabas hablando desde un teléfono público y el crédito se había acabado. Llamaste para decir que no llamaras ni te conectarás a Internet por un rato. Ya ni siquiera mencionaste nada del martes, que dijiste que intentarías ir a mi casa. Creo que no irás.

Sentí romperse algo dentro de mí.
Lo que está pasando...me rompe el corazón. Todos los días.
Si llamas o no, si nos vemos o no. Todos los días.

Escuchar tu voz me da felicidad, me hace sentir aún esa ilusión, todas esas sensaciones, mis cachetes calientitos, mi sonrisa enorme, pero siempre regreso a la realidad. A darme cuenta de que sólo es tu voz, que es tu voz lo único que tengo de ti en ese momento, que tal vez sea lo que único que tendré por un tiempo, que tendré que guardar esa llamada muy viva en mi memoria porque no sé cuando volverás a llamar.

Verte...Me imagino que verte es mi mayor alegría y también mi mayor desilusión. Darme cuenta de que sólo es un día. Un único día. Que al otro día no estarás ahí, abrazándome, con esa sonrisa. Que si me pasa algo en la tarde, que si alguien hace un comentario, si me siento mal, no podré contártelo en la mañana.
Que ya no estarás esperándome detrás del auditorio a las siete de la mañana, esos días en que yo llegaba temblando de frío y tu tocabas mi cabello y me decías que ya no me bañara en las mañanas y me ponías encima tu suéter y me arrullabas en tus brazos y había veces que me quedaba dormida y otras que no.

Siete de la mañana. Ya nunca.

No sabes cuánto duele ir por cada rincón de la prepa, en la que estuvimos todo el año pasado, donde todo empezó y todo pasó. Aún siento tu esencia por ahí, pedacitos de ti, cosas por las que nunca podré volverme a sentir del todo feliz ahí, porque te extraño. Ese muro por los LACE donde alguna vez estabas sentado y yo frente a ti te preguntaba si me querías. Y tú dijiste que no, que tú me amabas. Y ese fue el primer "te amo" que me dijiste. Yo retrocedí asustada porque sentía que era pronto para decirlo, porque sentía que tal vez sólo lo decías y no lo sentías, porque yo no podía decirlo de esa manera aún.

Esos días en las jardineras, de clases a las que no entrábamos, de cosas que dejamos por nosotros, de risas, de perseguir mariposas. Y también de discusiones, discusiones que aún no puedo olvidar, por las que me sigo echando la culpa. En cada rincón de la prepa vive eso para mí. No puedo entrar, no puedo mirar, no puedo caminar por ahí sin pensar un poco en ti. Sin sentirme un poco vacía porque se que nosotros nunca volveremos a estar juntos ahí.

¡Cómo desearía que esto no pasara! ¡Cómo quisiera haberte presionado un poco más para que entraras a clases! ¡Cómo quisiera que todo fuera como antes!

Después de que llamas, después de que nos vemos y los días en que siento que me olvidas, me voy a "dormir" y lloro hasta no poder más.

No es que sienta que te pierda, más bien siento que nos estamos perdiendo ambos.  Y no quiero. No quiero echar a la basura todos esos sueños que construimos juntos, el futuro con el que ambos nos ilusionábamos, todo con lo que hemos soñado. ¿Lo olvidaste?

No quiero olvidar. No quiero que me olvides. No quiero dejarte ir.

Sé que me aferraré como una tonta. A veces me pregunto si me amas de la misma manera que como esa vez que estaba muy débil y un día en el parque me paré y comencé a correr atrás de una mariposa y tú llorabas de la felicidad por verme bien de nuevo. ¿Aún es así?
Me aferraré porque no entiendo como se podría perder este amor. Si tú dices que las cosas mejorarán yo esperaré hasta que mejoren.

Podría estar aquí 2, 3, 5, 10 años esperando a que llegue nuestro momento, porque te amo.

¿Te doy cada uno de esos pedacitos de corazón que se han caído?
 Mi corazón siempre lo has tenido. Me imagino que te lo empecé a entregar desde que te conté lo de la secundaria, que me impedía hacer amigos por todo lo que me había pasado, lo de Ariel Adrián, que después de lo que pasó ya nunca había tenido una relación estable. Me imagino que yo ya era tuya desde que supiste quien era en realidad. Aún eres la única persona que me conoce, que sabe bien quien soy. Y me quieres por eso, o eso quiero creer.

A veces he llegado a pensar si tú, si yo...si estaríamos mejor si nunca te hubiera besado esa vez, la de nuestro primer beso...si la vida marcharía normal para ambos. Pero nunca hubiéramos conocido este amor tan poderoso, que espero que no se esté desvaneciendo.¿Dónde quedaron todos esos nombres bonitos con los que me llamabas? ¿Girasol, cielo, chikorita, pastelito?

Me aferraré aunque ya no haya nada, me aferraré hasta que me digas que me has dejado de amar....
Lucharé por nosotros, porque siempre he intentado hacerlo, porque no conozco a otra persona por quien lo haya dejado todo como lo he hecho por ti, porque las cosas que he hecho por nosotros no lo haría por nadie más. Porque te amo. A pesar de todo...te amo.


2 comentarios:

  1. ¿Esto es una historia o es un diario? Es que es ordenada, poética... pero se siente muy personal (tanto que se siente un poco de culpa al leer, como si fuera una intrusa). También es un poco triste al principio. Pero, aún es lindo leer un "A pesar de todo... te amo." Esa frase es bella, y arriesgada.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si, es algo personal, pero no te sientas culpable (:

      Eliminar